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El Acoso Escolar y sus efectos postraumáticos 


Por 

EDINSON GONZALES IBARRA 

Psicólogo / Julio 24 de 2013


Acoso escolar, Bullying, Matoneo, Intimidación entre iguales, Hostigamiento escolar, son sinónimos de una forma de agresión entre estudiantes que se gesta al interior de las instituciones educativas y que hace parte de las violencias escolares.

La Corporación Apoyo Creativo durante el año 2012 realizó en 24 instituciones educativas  (IE) oficiales del Área Metropolitana del Valle de Aburrá un pilotaje del  módulo Estudiantes del proyecto LIGA CONTRA EL BULLYING,  el cual consistió en: 1. La sensibilizar a estudiantes de secundaria mediante una obra de teatro didáctica sobre el modus operandi del acoso escolar y su diferencia de otras formas de violencia al interior de la institución educativa; 2. La realización de un diagnóstico sobre la percepción que tienen los jóvenes con respecto al acoso escolar en cada una de las instituciones; 3. La devolución a las IE sobre el diagnóstico y asesoría en estrategias psicopedagógicas para la prevención e intervención del acoso escolar. 

Gracias al módulo Estudiantes se pudo evidenciar que en las  instituciones educativas intervenidas, la Violencia Escolar se subdivide en seis formas de agresión instrumental: 1. Violencia esporádica: es aquella forma de agresión que se da entre estudiantes, con la particularidad  que no trasciende en intensidad y en el tiempo; 2. Violencia parental: es una forma de agresión donde los padres de familia violentan a los docentes y/o directivos docentes; 3. Violencia asimétrica: es cuando un docente ejerce alguna forma de agresión contra uno o varios estudiantes; 4. Violencia contra la infraestructura: consiste cuando un estudiante o varios de ellos arremeten intencionalmente contra la infraestructura del plantel educativo; 5. Mobbing: es un fenómeno de acoso laboral que se presenta entre directivos docentes y el personal administrativo, docente y/o empleados varios; 6. Acoso escolar: es una forma de agresión entre estudiantes que se caracteriza por su intensidad y trascendencia en el tiempo.

Acoso escolar

Dan Olweus (1998) uno de los primeros investigadores sobre el fenómeno  del acoso escolar, sugiere que éste tipo de violencia entre estudiantes se genera en el momento en que un alumno es sometido “de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (p.25).  El investigador deja claro que la expresión “acciones negativas” son aquellas que se originan “cuando alguien, de forma intencionada, causa daño, hiere o incomoda a otra persona” (p.25). Para que un acto de violencia entre alumnos alcance la dimensión de Acoso Escolar o Bullying “debe existir un desequilibrio de fuerzas (una relación de poder asimétrica): el alumno expuesto a las acciones negativas tiene dificultad en defenderse, y en cierta medida se encuentra inerte ante el alumno o los alumnos que le acosan”.  Olweus et. al (1998; p.26).

Para  Beane (2006; p.59) el acoso escolar se manifiesta en tres modalidades: el físico, el psicológico y el verbal.  Ya investigaciones posteriores visibilizan una nueva modalidad de violencia entre iguales a la cual se le ha denominado como ciberacoso o ciberbullying.

Características del acoso escolar

Para que un fenómeno de violencia entre estudiantes se configure como acoso escolar, este debe cumplir con los siguientes paramentaros: 1. Un estudiante o un grupo de ellos, los cuales se encuentran en una posición de poder hostigan a otro estudiante que se encuentra en una posición de indefensión; 2. Dicho hostigamiento se realiza con la firma intensión de hacer daño; 3. El hostigamiento es sistemático y perdura en el tiempo; 4. Se da sólo entre estudiantes. 

Modalidades del acoso escolar

El acoso se puede clasificar en cuatro formas: 1. Acoso físico: es el tipo de acoso escolar más conocido, se evidencia por golpear, empujar, lanzar objetivos contra la persona agredida; 2. Acoso psicológico: es una forma de agresión más sutil, se caracteriza por usar el doble sentido, el sarcasmo, la ironía, la descalificación para arremeter contra la autoestima, autoconcepto y autoimagen (AUTOS) de la víctima; 3. Acoso verbal: es una forma de comunicación agresiva, autoritaria que atenta directamente contra los AUTOS; 4. Ciberacoso: hace uso de herramientas digitales como la internet y los celulares para ejercer una forma de acoso psicológico a grandes distancias.

Protagonistas del acoso escolar

En la lógica del acoso escolar siempre están presentes tres protagonistas quienes interpretan los roles de: 1. Víctimas: jóvenes sobre quienes recae la agresión; 2. Agresores: son quienes emplean la violencia instrumental con el fin de victimizar a uno o varios estudiantes; 3. Espectadores: jóvenes que de manera pasiva o activa aprueban las acciones del agresor.

Naturalización del acoso escolar

Para Ghiso & Ospina (2010; p.537)  en algunos municipios del Área Metropolitana se ha llegado a una naturalización del acoso escolar, las alarmas sólo se disparan cuando ocurre un hecho de extrema violencia al  interior de las instituciones educativas: “suicidio, muerte violenta, escándalo público”.  Henao (2011, p.1)  afirma que “el acoso se percibe muchas veces como un acontecimiento normal del escenario escolar, incluso sin importancia como posible problemática que urja un tratamiento institucional. “naturalizamos el fenómeno” (Boletín, Nro 125). Para Montero (2004, p.125) la “naturalización y familiarización son las vías para aceptar, conocer y relacionarse con lo extraño, con lo diverso; para hacerlo aceptable, admisible y también para internalizarlo y considerarlo como parte del modo de ser del mundo".

Resultados del pilotaje LIGA CONTRA EL BULLYING 2012

El 90% de los alumnos consideran que en sus instituciones educativas existe el acoso escolar;  Después de ver la obra de teatro el 29% de los alumnos  consideran que es “normal” la existencia del acoso escolar;  El 64% considera que es “normal” que en el colegio “se la monten” a los compañeros; El 41% manifiesta que alguna vez acosó a un compañero;  Con respecto a los roles, el 25% de los estudiantes manifiestan haber sido víctima, el 35% agresor,  el 15% espectador y un 25% dan como respuesta “no sabe, no responde”; Cuando se preguntó a las víctimas “de qué modo habían sido víctimizados”, el 37% expresa que mediante el acoso verbal, el 11% a través del acoso psicológico, el 7% desde el acoso físico y un 1% fue víctima del ciberacoso; Cuando se le pregunta a los agresores “el modo como ejercen su agresión” el 58% expresa que de forma verbal, el 45% de forma física, el 19% de forma psicológica y otro 19% de a través del ciberacoso; Existe un 15% de alumnos que disfrutan desde su rol de espectadores ver como los agresores acosan a uno de sus compañeros; Las mujeres son el género más acosado con un 39%, seguido por los hombres con un 38%; Con respecto a los espacios donde más se genera la intimidación escolar, los primeros lugares los ocupan “En el salón de clase sin el profesor” con un 38%; “En los pasillos con un 17%; “A las afueras del colegio” con un 13%; “En los baños” con un 9%; “En el salón de clase frente al profesor” con un 7%; “En las canchas deportivas” con un 4%; “Durante las salidas pedagógicas” con un 2%; “En la cafetería” con un 1%.

La obra de teatro en el desarrollo del módulo Estudiantes demostró ser una herramienta psicopedagógica muy efectiva a la hora de generar aprendizajes significativos por medio de elementos escénicos dinámicos, divertidos y didácticos, que mediatizados por un lenguaje contemporáneo hacen que el tema sobre acoso escolar sea dimensionado y comprendido tanto por estudiantes, padres de familia, docentes y directivos docentes, tanto de instituciones educativas públicas como privadas, ya que el Bullying no es una agresión instrumental reciente y mucho menos no discrimina estratos socioeconómicos, credos, razas o posturas filosóficas. 

Perfil psicológico de las víctimas y agresores

Las víctimas suelen ser personas inseguras, ansiosas, temerosos, con baja autoestima, tímidas, calladas, se perciben poco hábiles socialmente, no responden a las agresiones, se sienten incapaces para defenderse, evitan pedir ayuda, disimulan y ocultan su sufrimiento.

Los agresores tienden a tener necesidad de dominación, interactuar  con el otro a través de relaciones poder asimétricas, incurren en faltas de respeto contra las figuras de autoridad, no controlan su ira, son impulsivos e impacientes, poseen un exceso de confianza en sí mismo, baja autoestima, dificultad para relacionarse, son insensibles al sufrimiento del otro, se excusan con facilidad, culpan a los demás de sus acciones, no muestra sentimientos de culpa, minimiza sus actos de agresión, generalmente justifican sus agresiones como una broma o un juego.

Efectos psicológicos postraumáticos en los protagonistas del acoso escolar

Las víctimas, agresores y espectadores van a experimentar algún tipo trastorno psicológico y/o físico a mediano y largo plazo como resultado de haber sido expuestos a estímulos aversivos dentro del contexto del acoso escolar.

Las  víctimas de acoso escolar suelen presentar con el tiempo, cuadros clínicos con alteraciones psicológicas y desórdenes psiquiátricos como la depresión, la ansiedad, el estrés, fobias sociales, ideación suicida y conductas problemáticas.

En los agresores se pueden presentar síntomas como baja autoestima, soledad y síntomas depresivos que se pueden relacionar con desarrollo y mantenimiento de un síndrome obsesivo compulsivo lo cual puede ser un elemento constitutivo del primer estadio del desarrollo de una conducta delictiva.

Los espectadores también se convierten en un factor de riesgo cuando éstos aumentan los sentimientos de falta de sensibilidad, poca solidaridad, escasa empatía hacia el dolor ajeno y, finalmente, un alto riesgo de repetición de conductas indeseables de hostigamiento, algunas veces con creación de redes de grupos en los que hay conductas agresivas.